Nariz muy expresiva y elegante, de elevada intensidad varietal. Destaca la fruta de pulpa blanca como la manzana y la pera, fruta de hueso como el albaricoque acompañado de cítricos y frutas tropicales que comparten protagonismo con una infinidad de matices florales y minerales.
En boca posee una acidez muy equilibrada que le aporta frescura y elegancia; untuoso, denso y voluminoso, muy estructurado con un persistente retrogusto varietal a fruta de pulpa blanca y de hueso.